El sector asegurador está en medio de una revolución, marcada por la integración de tecnologías emergentes y el crecimiento de las Insurtech. Para 2025, se espera que las tendencias se centren en la personalización de pólizas y la sostenibilidad. Con el incremento de desastres naturales, hay una demanda creciente por soluciones personalizadas que gestionen los riesgos de manera proactiva. Las aseguradoras están incorporando tecnologías como el big data, la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las cosas (IoT) para modernizar sus operaciones, lo que permite una detección temprana de riesgos y una respuesta rápida en situaciones críticas, mejorando la resiliencia tanto de las empresas como de sus clientes.
La utilización de herramientas disruptivas como el blockchain mejora la transparencia y seguridad, mientras que el big data y la IA posibilitan la creación de productos más adaptados a las necesidades individuales. El IoT es fundamental para monitorear en tiempo real los activos asegurados, fomentando una gestión preventiva más eficaz. Estas tecnologías no solo amplían la capacidad de las aseguradoras para identificar riesgos sino que también abren nuevas oportunidades de mercado, con un crecimiento notable en América Latina.
El modelo de Bancaseguros, que combina servicios financieros y aseguradores, se está fortaleciendo como una estrategia para aumentar la penetración de seguros, especialmente en América Latina, a pesar de que aún no se compara con Asia y Europa en términos de participación de mercado. Se espera que este modelo sea fundamental para la expansión de las primas en la región.
Además, existe una creciente conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad, impulsando a las aseguradoras a rediseñar sus modelos de negocio hacia soluciones que no solo protejan contra riesgos inmediatos sino que también promuevan prácticas responsables. Este enfoque hacia la sostenibilidad demuestra el compromiso del sector con un futuro más resiliente ante desafíos climáticos y sociales.

