El informe de la Asociación de Ginebra, “Insurance in a Fragmented World Economy”, examina las repercusiones de la transición de una economía global hacia un sistema más fragmentado en el ámbito del seguro. Destaca cómo este cambio, motivado por una preferencia de seguridad nacional sobre la eficiencia global, presenta desafíos y oportunidades para el sector asegurador. La fragmentación geoeconómica afecta negativamente la gestión de riesgos globales, limita la colaboración ante problemas como el cambio climático y complica la diversificación de inversiones y suscripciones debido a regulaciones divergentes.
Kai-Uwe Schanz, quien lideró el estudio, señala que este entorno dificulta más la mitigación de riesgos relacionados con el clima y la ciberseguridad, al tiempo que restringe las oportunidades de diversificación para las aseguradoras. No obstante, el informe también ve potencial de crecimiento en áreas como los seguros de riesgos políticos y de energía renovable, lo cual representa una oportunidad para las reaseguradoras.
Jad Ariss, Director General de la Asociación, subraya la importancia de que las aseguradoras se adapten a la creciente volatilidad y restricciones en diversificación mientras buscan capitalizar en las oportunidades emergentes de este nuevo contexto. Se presentan tres escenarios de fragmentación (leve, moderada y extrema) con estrategias adecuadas para que el sector asegurador pueda manejar riesgos emergentes y aprovechar oportunidades.
La conclusión del informe sugiere que, a pesar de la baja probabilidad de una desglobalización total, es crucial que las empresas aseguradoras promuevan una agilidad estratégica para superar los desafíos de una economía mundial en proceso de fragmentación, asegurando así su resiliencia y capacidad competitiva.

