Con el incremento de las compras en línea, los riesgos de fraude digital también han crecido. Jefferson Gutiérrez, de KPMG México, advierte sobre cuatro métodos principales usados por estafadores: la suplantación digital mediante sitios web falsos pero convincentes; sistemas de preventa que ofrecen productos populares con políticas y testimonios ficticios; la creación de perfiles temporales en plataformas de comercio electrónico que acumulan reputación solo para defraudar en temporadas de alta venta; y la hipersegmentación, donde los defraudadores personalizan sus engaños basándose en la información de redes sociales de los consumidores.
Gutiérrez también señala señales de alerta para detectar fraudes: reinicios de cuentas regresivas en sitios web, mensajes de urgencia, cambios en nombres de comercio y métodos de pago, uso de cuentas bancarias personales para transacciones comerciales, reseñas sospechosamente similares en redes sociales, enlaces confusos, políticas de devolución poco claras, y limitada información de contacto.
Además, las marcas legítimas también pueden ser víctimas de fraude mediante la suplantación en redes sociales y sitios web falsos, así como compras con métodos de pago fraudulentos. Es fundamental para estos negocios monitorear la presencia de su marca en línea, utilizar métodos de verificación seguros y comunicarse claramente con los clientes sobre los canales oficiales de venta. La recomendación clave es tener precaución: si una oferta parece demasiado buena para ser real, probablemente lo sea.

