En el ámbito del seguro de Daños en México, existe una realidad compleja debido a que los agentes de seguros prefieren especializarse en otros ramos más que en Daños, lo que lleva a que un asegurado pueda tener más de un agente para diferentes coberturas. Esto plantea la pregunta de a quién pertenece realmente el cliente, especialmente cuando uno de los agentes, comúnmente el que se especializa en Daños, es capaz de manejar también otros ramos como Vida y Gastos Médicos, lo que no suele suceder al revés.
Esta situación conduce a conflictos cuando un cliente decide consolidar todas sus coberturas bajo un solo agente, lo que puede desatar disputas internas dentro de la misma compañía aseguradora. Los agentes se quejan de haber perdido clientes a los que han dedicado mucho esfuerzo, especialmente cuando una carta de cambio de conducto formaliza el traspaso de un cliente de un agente a otro.
Sin embargo, es importante recordar que los asegurados o clientes no “pertenecen” a ningún agente en particular. En realidad, los clientes tienen la libertad de elegir a su proveedor de seguro basándose en la calidad del servicio y la atención que reciben. Esto significa que los agentes deben estar constantemente atentos a las necesidades de sus clientes, actualizando políticas y asegurándose de que las coberturas sean adecuadas para las exposiciones de riesgo actuales. El éxito en retener a un cliente se basa en proporcionar un servicio excepcional y adaptarse a sus necesidades, más que en reclamos de propiedad sobre el cliente.
La competencia entre agentes se presenta tanto como desafío como oportunidad. Al final, la lealtad del cliente se gana a través de la atención y el servicio prestado, lo que subraya la importancia de la relación entre el cliente y su agente de seguros. En este ecosistema, todos los agentes tienen la responsabilidad de mantenerse activos y comprometidos con el bienestar de sus clientes, independientemente del ramo que manejen.