Hábitos saludables reducen hasta 80 % probabilidad de desarrollar enfermedades crónicas

En la actualidad, priorizar la prevención y el cuidado de la salud desde una edad temprana es clave para mejorar la calidad de vida a futuro. Adoptar medidas saludables como una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar comportamientos de riesgo contribuye significativamente a este fin. Según la ONU, estas prácticas pueden disminuir hasta en un 80% el riesgo de enfermedades crónicas, incrementar la longevidad, fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud mental reduciendo el estrés, la ansiedad y la depresión, y elevar la productividad al aumentar la energía y la claridad mental.

Más allá de la adopción de hábitos saludables, fomentar una cultura de prevención implica también prepararse para situaciones inesperadas. Contar con un seguro de salud adecuado juega un papel crucial en este aspecto, ya que ofrece una red de seguridad financiera que permite acceder a tratamientos y cuidados médicos necesarios sin comprometer la estabilidad económica del individuo o la familia, asegurando así un bienestar integral y sostenido.