Luca Russignan, del Instituto de Investigación Capgemini, reveló datos del Informe Mundial de Seguros de Vida 2023 durante una conferencia de prensa. Destacó que en 2040, las aseguradoras de vida se enfrentarán al reto de transferir activos bajo gestión, valorados en 7.8 billones de dólares, a asegurados mayores de 65 años. Esta transferencia marcará la mayor movilización de riqueza intergeneracional registrada. Sin embargo, un 60% de los futuros jubilados no han buscado asesoría financiera profesional, lo que podría comprometer la administración eficiente de sus recursos en la vejez.
Adicionalmente, el informe señala que para 2050, un 33% de la población mundial superará los 50 años, un grupo mayormente desprovisto de una planificación financiera adecuada para el envejecimiento. Según Russignan, los asegurados identifican la complejidad de las ofertas y la falta de conocimiento y confianza como principales obstáculos al momento de contratar seguros de vida.
El informe sugiere que, ante el cambio demográfico y la inminente transferencia de riqueza, las aseguradoras deben adaptarse y satisfacer las necesidades de una población envejeciente a través de la personalización y la innovación en sus productos. Las alianzas con empresas enfocadas en la atención de las personas mayores podrían ser clave para añadir valor a sus servicios. Lograr confianza y proporcionar experiencias y productos integrales que permitan una planeación adecuada para la vejez son esenciales para mantener una relación productiva con este segmento.
Finalmente, Russignan enfatiza la importancia de la evolución digital. Actualmente, solo el 27% de las aseguradoras pueden ofrecer productos innovadores y centrados en el cliente. Por tanto, la industria debe prepararse para satisfacer la creciente demanda de seguros de vida entre las personas mayores de 50 años, ofreciendo coberturas innovadoras que cumplan con las expectativas de los clientes.