En el camino del agente dañero, el promotor es ¿motor o lastre?

En México, la necesidad de cobertura en seguros de Daños es considerablemente alta, no obstante, se enfrenta a la carencia de recursos adecuados para una efectiva comercialización y comprensión de sus productos. A pesar de la diversidad de compañías aseguradoras y tipos de pólizas disponibles, adaptadas a diversas regiones del país, la problemática central no radica en la complejidad del seguro de Daños en comparación con otros tipos de seguros, como los de Gastos Médicos Mayores, sino en el nivel de conocimiento y apoyo que los intermediarios y promotores brindan para adecuar cada cobertura a las necesidades específicas de cada empresario.

La figura del promotor es crítica en este contexto. La experiencia personal del autor, especializado en seguros de Daños desde el inicio de su carrera, destaca las limitaciones y restricciones impuestas por las promotorías que desalentan la comercialización de seguros de Daños a favor de productos más rentables como los seguros de Vida. Esta preferencia unilateral ha llevado a una especie de marginación del seguro de Daños, al punto de considerarlo un tema tabú dentro de la industria.

La consecuencia de esta situación es una infraestructura de atención deficiente que no solo afecta la correcta instalación y venta de coberturas de Daños, sino también la percepción y valoración de estos seguros por parte de los agentes. Muchos agentes tienen una inclinación natural hacia el seguro de Daños debido a sus antecedentes profesionales, pero la falta de soporte por parte de compañías aseguradoras y promotores limita su potencial.

La necesidad de ampliar el aseguramiento en México, especialmente entre las Pymes que son el motor económico del país, es evidente. Sin embargo, el nivel actual de aseguramiento es alarmantemente bajo. Este escenario subraya la urgencia de cambiar la perspectiva de la industria respecto al seguro de Daños, promoviendo una cultura de protección más integral que contemple de manera equitativa todos los ramos de seguros y no solo aquellos considerados más rentables. La invitación del autor a unirse a esta “cruzada dañera” busca no solo aumentar la adopción de seguros de Daños sino también mejorar la comprensión y valoración de su importancia para la protección del patrimonio empresarial en México.