Escuelas con finanzas sanas invierten al año 10% de sus ingresos en tecnología

Las escuelas con finanzas saludables pueden destinar aproximadamente el 10% de sus utilidades anuales a la inversión en tecnología e infraestructura, lo cual es fundamental para ofrecer un mejor servicio educativo en México, de acuerdo con Mattilda, una startup mexicana que ofrece soluciones de gestión de cobranza y financiamiento para instituciones educativas privadas mediante software como servicio (SaaS). Esta inversión es clave para el crecimiento y la mejora de la infraestructura escolar, la adquisición de nuevas tecnologías, capacitación del personal, entre otros aspectos que benefician directamente a los estudiantes.

José Agote, cofundador y director general de Mattilda, explica que las instituciones con una gestión financiera efectiva pueden obtener una utilidad operativa del 30% sobre sus ingresos, de la cual se dedica un 10% al pago de impuestos y otro 10% a inversiones en crecimiento y mejoras. El resto de los ingresos se utilizan principalmente para cubrir gastos operativos, siendo los más significativos la nómina, servicios, marketing, renta y contribuciones sociales para el personal.

Agote también señala la importancia de contar con un fondo de emergencia, evidenciado durante la pandemia de covid, donde aproximadamente el 40% de las escuelas privadas en México tuvieron que cerrar temporalmente, afectando a más de 700,000 estudiantes que no completaron el ciclo escolar 2020-2021. Por otra parte, Adrián Garza, cofundador y director de Crecimiento, remarca que una buena salud financiera implica gestionar adecuadamente los ingresos y los gastos, mantener suficiente liquidez, sostener un nivel de deuda manejable y contar con capital para la planificación a largo plazo.

Finalmente, Mattilda se presenta como un aliado estratégico para las escuelas, facilitando la automatización de la gestión de cobranzas y reduciendo significativamente el tiempo y los recursos dedicados a tareas administrativas y contables, así como la morosidad, lo que en última instancia permite a las instituciones educativas enfocarse más en la calidad y la oferta educativa.