La inflación médica en México sigue siendo un tema de preocupación, ya que se espera que la tasa de inflación médica alcance el 14.9 por ciento en 2025, de acuerdo con la Encuesta de Tendencias Médicas Globales 2024 de WTW. Este aumento en los costos de la salud se atribuye a diversos factores como la adopción de nuevas tecnologías médicas, el incremento en los precios de los medicamentos, y la creciente demanda que sobrepasa la capacidad de los sistemas de salud pública, lo que lleva a un mayor uso de servicios médicos privados. Además, se ha registrado un incremento en el uso de servicios relacionados con la salud mental, contribuyendo así al crecimiento de los costos médicos globales.
Ante este escenario, más del 60 por ciento de las aseguradoras prevén un aumento aún mayor en los costos médicos para los próximos tres años, especialmente en Latinoamérica debido al uso excesivo de servicios médicos. Esta tendencia representa un desafío para los empleadores, ya que los incrementos en los costos son vistos como insostenibles para las empresas.
Para enfrentar este problema, las empresas en México están implementando diversas estrategias para optimizar el valor y eficacia de sus planes de salud. Estas incluyen la promoción de la atención preventiva a través de exámenes de detección temprana y campañas de vacunación, así como la implementación de soluciones para controlar enfermedades crónicas. Además, están incorporando programas de bienestar que abordan el bienestar físico, emocional, social y financiero del personal. Estas medidas buscan no solo contener los costos médicos sino también promover un entorno laboral más saludable y productivo, lo que es crucial en un contexto de crecientes costos de atención médica.