Ante la inestabilidad geopolítica y macroeconómica mundial, el mercado de seguros enfrenta limitaciones en su crecimiento proyectado para los próximos dos años, con un incremento esperado de 2.2% en términos reales. Esta cifra se sitúa por debajo del crecimiento previo a la pandemia (2.8%) pero supera el promedio de aumento de los últimos cinco años (1.6%), según revela Swiss Re Institute. A pesar de este crecimiento moderado, se constata una recuperación en la rentabilidad del sector asegurador, con una mejora en las brechas de suscripción gracias al aumento de los rendimientos de inversión en mercados avanzados.
En cuanto a los seguros de No Vida, los siniestros representan una creciente preocupación debido a su mayor frecuencia y gravedad, lo que anticipa condiciones de mercado más difíciles para 2024, principalmente en las líneas comerciales y personales. Por otro lado, en el segmento de seguros de Vida, se espera un aumento en la rentabilidad durante 2024 y 2025, favorecido por tasas de interés más altas que mejoran el entorno de precios para productos de ahorro.
Las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales proyectadas para alcanzar los 100,000 millones de dólares en 2023 representarían el cuarto año consecutivo con cifras de esta magnitud, destacando la creciente exposición a riesgos debido a la construcción en zonas altamente vulnerables y el incremento de los costos de reemplazo, intensificado por la inflación. Hasta los primeros nueve meses de 2023, las pérdidas aseguradas a nivel global se estiman en al menos 80,000 millones de dólares, superando el promedio de la última década de 74,000 millones. Este escenario refuerza la percepción de un entorno desafiante para la industria aseguradora en los años venideros.