El ramo de Autos es crucial en el ámbito de las aseguradoras debido a su alta volumetría de primas y retención casi total, beneficiándose de la homogeneidad de los riesgos que minimiza la necesidad de reaseguro. Con datos precisos sobre frecuencia y severidad de siniestralidad clasificados meticulosamente, uno podría asumir que se trata de un sector sólido y predecible, donde la siniestralidad histórica balanceada permite a las aseguradoras obtener ganancias, aunque reducidas, potenciadas al considerar la relación con el capital operativo. Sin embargo, este escenario de ganancia controlada entra en disputa debido a la competencia perfecta que caracteriza el mercado, donde teóricamente debería reinar una única tarifa. No obstante, las variaciones en las tarifas entre aseguradoras, aun para vehículos idénticos, plantean interrogantes sobre las bases de sus cálculos y la eficacia de las estrategias de fijación de precios.
El predominio de Quálitas, con un crecimiento notablemente superior al de sus competidores y una creciente participación de mercado, subraya la importancia de las economías de escala y cómo estas favorecen a las aseguradoras de mayor tamaño, permitiéndoles negociar mejores condiciones y costos en servicios de ajuste y reparación. El modelo de Quálitas, que desafía la lógica de establecer precios a partir de costos, sugiere que adherirse al precio indicado por el mercado y optimizar la operación para respaldar dicho precio podría ser la estrategia más efectiva para competir.
Para las aseguradoras menores, enfrentadas a costos operativos proporcionalmente mayores y sin la capacidad de replicar las estrategias de las grandes aseguradoras, la situación pinta un panorama complicado. La adaptación a este entorno requiere de un análisis meticuloso de la competencia y una posible reconsideración de sus modelos de negocio, incluso considerando la venta de carteras de Automóviles a entidades más grandes para mantener relevancia en un mercado dominado por gigantes como Quálitas, que comparativamente muestra una ventaja substancial en todos los aspectos, desde la adquisición de servicios hasta la fijación de precios y gastos operativos.

