La relación entre usuarios y aseguradoras a menudo se percibe tensa, similar al juego del STOP, donde alguien es designado como el “peor enemigo”, ilustrando cómo los clientes ven a las aseguradoras como adversarias más que aliadas. Esta visión se debe a la creencia de que las compañías buscarán formas de no cumplir con los pagos de los seguros. Sin embargo, este problema no necesariamente radica en las aseguradoras sino en la falta de comunicación y explicación adecuada de las pólizas y coberturas por parte de los agentes de seguros. Los agentes deben actuar como intermediarios confiables, asegurando que los clientes comprendan completamente su seguro, convirtiéndose así en aliados para la transferencia de riesgos.
El seguro de Daños, como cualquier otro tipo de seguro, requiere de una relación cercana y transparente entre el agente y el usuario para diseñar la mejor cobertura posible. Es crucial que los agentes reciban capacitaciones no solo sobre los productos que ofrecen sino también sobre técnicas de venta consultiva, detección de necesidades y ventas basadas en emociones, especialmente en el ramo de Daños.
Las capacitaciones detalladas, similares a las empleadas en la venta de seguros de Vida, podrían ser de gran ayuda para los agentes, permitiéndoles crear escenarios emotivos y convincentes para ilustrar la importancia de las pólizas de Daños. En este sentido, la iniciativa de educación continua y mejora de las habilidades de venta de los agentes resulta vital para transformar la percepción negativa de las aseguradoras y destacar la importancia de un seguro adecuado.
Finalmente, la analogía con el ajedrez resalta cómo, si bien cada tipo de seguro tiene su importancia (el seguro de Vida como el rey, Gastos Médicos como la reina, etc.), el seguro de Daños Empresarial y de Responsabilidad Civil (RC) es crucial, comparado con el tablero de ajedrez en el cual ninguna pieza puede operar sin él, subrayando la necesidad de asegurar correctamente a las empresas para su supervivencia y prosperidad. El llamado es a la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) para que implemente los cambios necesarios, mejorando la capacitación y relación entre agentes y asegurados, con miras a un futuro donde el seguro sea una alianza más que un conflicto.

