El incremento de las amenazas cibernéticas constituye un desafío significativo para la industria aseguradora, que maneja una gran cantidad de datos sensibles, convirtiéndola en un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes. Según Mario Álvarez, director de Riesgos Cibernéticos de Howden, es crucial que las empresas de este sector adopten una estrategia proactiva de ciberseguridad, que no solo involucre medidas preventivas y correctivas, sino también de detección para reforzar su resiliencia frente a estas amenazas.
Las vulnerabilidades que suelen explotar los atacantes incluyen la carencia o debilidad en controles de seguridad, sistemas y aplicaciones desactualizadas, el uso de contraseñas predeterminadas, la eliminación inapropiada de datos en medios de almacenamiento y la falta de respaldo adecuado. Para contrarrestar estos riesgos, las aseguradoras pueden implementar políticas de ciberseguridad robustas, realizar auditorías y pruebas periódicas, mantener actualizados sus sistemas, usar antivirus y firewalls, cifrar información sensible, generar contraseñas seguras y educar al personal en buenas prácticas cibernéticas.
La digitalización de la industria aseguradora, si bien ofrece oportunidades para mejorar la eficiencia y la oferta de servicios, también aumenta su vulnerabilidad a ataques cibernéticos, subrayando la importancia de una gestión de riesgos cibernéticos integral. Entre los desafíos específicos que enfrentan las aseguradoras se incluyen los incidentes de seguridad, la diversidad de ataques cibernéticos como el ransomware, la escasez de profesionales especializados en ciberseguridad, y las severas consecuencias de un ataque, que pueden ir desde la interrupción del negocio hasta sanciones económicas. Estas preocupaciones destacan la necesidad crítica de estrategias proactivas para mitigar y gestionar eficazmente los riesgos cibernéticos en el sector asegurador.